Me toca retrasmitir la intensa jornada de ayer. Muy poquitos, pero elegidos. Muy pocos, pero creciendo, porque se nos suman interesantísimas adscripciones. El pabellón Riojano salvó la jornada de pasar a ser un fracaso, por falta de personal.
A las 11 a.m, la cosa pintaba mal: Toda la noche lloviendo, aunque empezaba a parar.
¡Ave César, los que van a dibujar te saludan!. Le saludé y me puse a dibujar, por si servía de reclamo.
Empezaba a desesperarme, y llegó Choni. No tardaron en aparecer: Helena, y el refuerzo riojano: Javier (Blasman), Javier, Gloria. Enseguida, venida desde Teruel: Amparo. Nos dignábamos a marchar a la Torre de la Zudá, y felizmente, llegó Marta.
Dibujamos desde la Torre. Calenticos y a gustico. Soportando una matraca sobre Zaragoza, una y otra vez.
Callejeamos hasta San Pablo. ¡Qué decepción!. "Los Tres Hermanos" lo han cerrado (sin bolicas¡¡¡)
Pero disfrutamos de un buen vermouth, y un acagedor rincón.
Dibujar por la calle, impensable. Pero sí al abrigo de los bares.
A la hora de comer, nueva incorporación: Marcos
La obligación me retiró. El grueso "cuadernístico" se fue a disfrutar de una sesión de dibujo en El Plata. Solita, me tomé un café, haciendo tiempo de revolverme con niños y cuadernos.
Esperando mejores crónicas por parte del resto. Cierro el parte de la mañana. Avisando que queda la tarde y la noche.